Educación bucal

El problema de la cavitación dental es más frecuente de lo que se piensa y es causa de muchas preocupaciones odontológicas. Si nunca habías oído hablar sobre las cavitaciones dentales, hoy vamos a explicarte en qué consisten, qué síntomas cursan y cómo se pueden corregir. Sigue leyendo.

​ ¿Qué es una cavitación dental?

Una cavitación en el diente no es, ni más, ni menos que un agujero en el hueso que lo albergaba. Habitualmente sucede cuando existe la pérdida de una pieza dental y no se cicatriza bien el tejido óseo.

Hablamos de una osteonecrosis, ya que la parte del hueso circundante al diente o muela extraído, se muere. Esto puede llegar a ocasionar problemas serios, incluso la pérdida de otras piezas.

Lo más normal es que, cuando se extrae una pieza dental, el hueso tienda a rellenar el agujero que queda y este se ocupe sin más. Sin embargo, a veces, el tejido óseo actúa como si todavía estuviese presente el diente y no acabe de curar bien.

Cuando ocurre esto, la necrosis resultante puede contagiar a los tejidos cercanos y causar problemas más serios.​

Causas de las cavitaciones en los dientes

Los expertos en odontología han identificado algunas de las posibles causas de las cavitaciones dentales. Este comportamiento anormal del hueso, que actúa como si el diente no se hubiese perdido se puede ver favorecido por diferentes factores.

  • La mala circulación favorece la formación de este trastorno, ya que el riego insuficiente, hace que la zona no se regenere adecuadamente.
  • El uso de ciertos anestésicos, como aquellos que contienen epinefrina, pueden perjudicar a la correcta cicatrización, ya que son vasoconstrictores muy potentes. Su utilización es muy efectiva para evitar el dolor cuando se tiene que sacar un diente, pero es necesario vigilar la curación posterior.
  • Otro factor de riesgo son las bacterias. Dentro de estos agujeros del hueso, la proliferación de microorganismos es muy habitual. El tejido no sanado es un caldo de cultivo para el crecimiento de patógenos y puede agravar significativamente el problema. Por ello, la higiene es tan importante después de una extracción o de la pérdida de una pieza debido a un trauma.

Las cavitaciones pueden causar síntomas locales e incluso a nivel general. Se ha observado que muchos pacientes que acuden con este problema sufren de malas digestiones, de fatiga crónica y de otras molestias asociadas.

Tratamiento dental para las cavitaciones orales

Afortunadamente, existen soluciones para esta situación. En nuestra clínica abordamos el problema desde diferentes puntos de vista; tratamos de eliminar los focos irritantes o detonantes, estimulamos la propia capacidad del cuerpo y actuamos directamente sobre la cavitación.

Gracias al tratamiento de ozonoterapia, a la terapia neural y a la bioestimulación con PRP podemos actuar sobre los focos irritantes y mejorar significativamente el problema.

Estos tratamientos son aptos para todos los pacientes y sus resultados son muy eficaces.

Lo que buscamos es estimular la zona afectada para conseguir que el propio cuerpo tenga más capacidad para luchar contra los patógenos, la inflamación, etc.

La combinación de nuestras terapias previene la inflamación, mejora la circulación y ayuda a eliminar las bacterias. Todo ello, disminuye los factores que causan estos agujeros en el hueso y el estado de la salud bucodental mejora significativamente.

La ozonoterapia es capaz, además de eliminar la necrosis grasa, con lo que se hace una limpieza de la zona y el cuerpo es capaz de empezar a sanar y a actuar de forma normal.

Si quieres más información sobre el tratamiento para las cavitaciones dentales o tienes alguna duda al respecto, solo tienes que ponerte en contacto con nosotros. Estamos encantados de ayudarte con tu salud bucodental.

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