Todo lo que debes saber sobre Brackets
¿Qué tipos de brackets hay?
En la actualidad, el paciente puede elegir entre cuatro tipos diferentes de brackets:
- Brackets metálicos
- Brackets de zafiro
- Autoligables o de autoligado
Todos los sistemas están indicados para corregir los mismos problemas de malposiciones dentales.
Es decir, no hay uno mejor ni más efectivo que otro.
Esta decisión va marcada por las prioridades de la persona que va a iniciar un tratamiento de ortodoncia: estéticas y económicas.
Ortodoncia con brackets metálicos
Fabricados en acero inoxidable de alta calidad, los brackets metálicos son el sistema de ortodoncia más convencional.
Están indicados para corregir cualquier problema relacionado con la maloclusión (mordida abierta, apiñamiento, existencia de diastemas, mordida cruzada…).
Si bien es el sistema más económico, a la vez es el menos estético. Por ello, suele ser elegido por niños y adolescentes para los que la estética no es tan relevante.
Los niños, de hecho, son especialmente participativos en el proceso gracias a la elección que pueden hacer del color de los elásticos –gomas- en las revisiones.
De esta manera, perciben la ortodoncia como un juego, lo que hace que el proceso sea más atractivo y llevadero.
Ortodoncia con brackets de zafiro
Los brackets estéticos surgen como respuesta a las demandas de la población adulta que inicia un tratamiento de ortodoncia y no quiere que éste interfiera en su vida cotidiana.
Tanto los brackets como los arcos y las ligaduras son transparentes, lo que los convierte en un método mucho más discreto que los brackets convencionales.
Los brackets estéticos se fabrican de diferentes materiales como la porcelana o resinas.
No obstante, los que están hechos de cristal de zafiro los únicos que no se tiñen con el paso del tiempo o la ingesta de determinados alimentos como el café o el vino.
Son menos económicos que los brackets metálicos pero, en contraposición, ofrecen una solución más discreta y estética para el paciente.
Ortodoncia con brackets autoligables
El sistema de ortodoncia de autoligado se basa en brackets que no precisan de ligaduras que sujeten el arco al diente.
Esto hace que el ortodoncista solo tenga que usar el sistema de clip para apretar los brackets, reduciéndose el tiempo de las revisiones.
¿Cómo se ponen los brackets?
La colocación de brackets es un proceso completamente inocuo, por lo que no es necesario el uso de anestesia.
Los brackets se pueden colocar siguiendo dos técnicas diferentes:
- Cementado directo
Consiste en la adhesión de los brackets en las piezas dentales, uno por uno.
Es un proceso muy largo y laborioso y, por lo tanto, más molesto para la persona que inicia el tratamiento.
- Cementado indirecto
Es una técnica que se basa en la colocación de los brackets en laboratorio sobre unos moldes de escayola que se fabrican a medida de la boca del paciente.
Gracias a una férula de transferencia hecha en un plástico termomodelable, se colocan de una vez en la boca del paciente.
Es un proceso mucho más rápido y preciso que el cementado directo, evitando problemas derivados de la recolocación de brackets en fases posteriores del proceso.
En un primer momento, es habitual que se sientan ciertas molestias a causa de la presión que ejercen los arcos sobre las piezas dentales que se podrán aliviar fácilmente con la ingesta de analgésicos.
Una vez se han colocado los brackets, los pacientes deberán acudir a revisión cada 4-6 semanas.
En estas revisiones, el ortodoncista verificará el correcto desarrollo del tratamiento y realizará los ajustes necesarios para conseguir los movimientos deseados en la arcada dental.
¿Qué problemas solucionan los brackets?
La Sociedad Española de Ortodoncia (SEDO) afirma que los aparatos fijos de ortodoncia son capaces de realizar todo tipo de movimientos para conseguir una oclusión óptima.
Por ello, los tratamientos de ortodoncia con brackets están indicados para aquellas personas que, para tener una sonrisa estética y funcional, deben solucionar problemas de:
- Malposiciones dentarias, dientes rotados y apiñamiento.
- Cierre de espacios –diastemas-.
- Mordida abierta en aquellos casos en los que, al cerrar la boca, el maxilar superior no hace contacto con el maxilar inferior.
- Sobremordida los dientes de la arcada superior dejan ver menos de un tercio de los de la arcada inferior.
Unos dientes bien alineados no solo nos otorgan una sonrisa más estética y una imagen más segura y confiable, sino que también erradican las dificultades a la hora de masticar y evitan dolores de mandíbula.
Como te hemos comentado, apenas sentirás unas ligeras molestias tras cada revisión.
Sin embargo, sí que hay algunas consideraciones a tener en cuenta si ya has iniciado un tratamiento de ortodoncia.
Antes de iniciar un tratamiento de ortodoncia, haz todas las preguntas necesarias sobre el tipo de bracket que vas a ponerte.
¿Qué consejos me serán útiles durante mi tratamiento de ortodoncia con brackets?
A lo largo de la ortodoncia, te surgirán algunas dudas con respecto a restricciones en tu alimentación, técnicas de higiene o algún truco para aquellos momentos en los que sientas alguna molestia.
A continuación, te damos una serie de consejos que podrás seguir mientras lleves brackets.
¿Cómo debes cepillarte los dientes con brackets?
Los brackets, como tal, no dañan los dientes.
En cambio, el hecho de llevar un aparato fijo en la boca dificulta la higiene dental: no nos es tan sencillo llegar a todos los recovecos en los que se acumulan los restos de comida y la placa bacteriana.
Con brackets, se hace especialmente importante lavarse los dientes después de cada comida.
A veces no basta con un buen cepillado para eliminar de manera eficaz los restos de comida y las bacterias que anidan en las encías.
Por ello, se hace indispensable el uso de utensilios como cepillos interproximales, hilo dental o irrigador bucal –o waterpik- para completar la higiene bucodental.
Además de extremar la precaución en las pautas de higiene, debemos saber que existen ciertos alimentos que dificultan nuestra limpieza oral durante el tratamiento de ortodoncia.
¿Qué alimentos debo evitar durante mi tratamiento de ortodoncia?
Como ya hemos comentado, durante las primeras semanas es habitual que sientas molestias a causa de la presión que ejercen los brackets en los dientes.
Por ello, en una fase inicial te recomendamos comer alimentos que no supongan un esfuerzo de masticación como purés o sopas, o cuya textura sea suave –pescados, carnes tiernas o vegetales cocidos-.
Evita la ingesta de alimentos especialmente pegajosos como chicles o gominolas, pues quedan fácilmente adheridos a los brackets y dificultan la higiene bucodental.
Durante este periodo también es frecuente la aparición de llagas o heridas.
Además del uso de cera especial para ortodoncia, cuya acción aminora el daño provocado por el roce, debes evitar alimentos que dificulten su cicatrización tales como cítricos, frutas ácidas, tomate frito o vinagre.
Por último, debes tener en cuenta que el hecho de comer bocadillos o manzanas a mordiscos favorece que se despeguen los brackets.
En su lugar, te aconsejamos que partas los bocadillos con la mano o que cortes la fruta en pequeños trozos.