¿Por que debemos sustituir nuestros empastes de amalgama por otros materiales?
Los empastes son uno de los tratamientos más comunes en el mundo de la odontología. Con el uso de determinados materiales se rellenan los daños ocasionados por las caries. Se trata de una técnica que cuenta con más de 200 años y para la que se usaba amalgama de plata que contenía un 50 % de mercurio. En la actualidad la extracción de los empastes de amalgama es una necesidad para la salud del individuo.
Empastes que no contienen materiales tóxicos
Gracias a los avances realizados en el campo de la salud bucodental han aparecido nuevos materiales igual de duraderos pero que no cuentan con materiales tóxicos como en el caso de la amalgama dental. Los empastes policerámicos sin bisfenol se han convertido en uno de los más utilizados.
Esto es debido a que sus materiales no generan daños en el organismo y cuentan con una gran resistencia que permite que duren muchos años. Hacer un buen trabajo con este material es sinónimo de un empaste estético y duradero. Las principales ventajas que ofrecen los empastes sin bisfenol son las siguientes:
- Salud: al no contar con materiales peligrosos para la salud, no producirán efectos dañinos a largo plazo, como en el caso del mercurio.
- Color: el de este tipo de empastes es más similar al de la pieza dental. Esto provoca que no resulten visibles y estéticamente sean mucho menos llamativos.
- Duración: aunque suele ser menor que los de amalgama, son resistentes, tal y como hemos mencionado anteriormente, y se mantienen
- en su posición durante mucho tiempo.
- Reparables: en caso de sufrir algún tipo de daño, astillarse o generar una grieta, se pueden reparar con una gran facilidad sin tener que extraer el empaste inicial.
- Menos invasivos: se necesita eliminar mucha menos parte de la pieza sana para efectuar el trabajo.
El cambio de materiales para colocar empastes permite la eliminación del mercurio, que se va evaporando por el paso del tiempo y se absorbe en el organismo, y por eso es tan importante extraer los empastes de amalgama.
Prevenir mejor que curar
La mejor manera de evitar un empaste es prevenir la aparición de caries. De este modo, la mejor solución es ponerse firme con las medidas preventivas:
- Cepillado: llevar a cabo esta acción, al menos tres veces al día durante dos minutos, será idóneo para mantener la boca sana.
- Productos complementarios: utilizar, por ejemplo, seda dental o colutorios nos ayudará a mejorar la higiene.
- Alimentación: evitar el consumo de productos azucarados y llevar una dieta equilibrada con alimentos ricos en vitamina C evitará problemas dentales.
- Tabaco y alcohol: consumir este tipo de sustancias daña las piezas dentales.
Si finalmente es necesario poner un empaste por un dentista en Madrid, acudir a los nuevos materiales (aunque resulten algo más costosos) será beneficioso para la salud. Además, la extracción de los empastes de amalgama y sustitución es totalmente posible en un centro profesional como el nuestro, infórmate de nuestros servicios de retirada segura de amalgamas.