Educación bucal

Mi hijo se chupa el dedo ¿debo preocuparme?

La succión del dedo es un hábito frecuente en los niños pequeños sin embargo si no se controla adecuadamente puede ser perjudicial para su desarrollo tanto físico como psicológico y social.

Un hábito es una disposición adquirida por la repetición de un acto, que se realiza inconscientemente y pasa a ser incorporado a nuestra personalidad.

Un hábito se considera negativo cuando cuando perjudica el proceso normal de crecimiento o desarrollo del niño. Dentro de este contexto, están los hábitos de succión.

La succión es un reflejo normal en la vida del niño hasta los dos o tres años de edad, esta necesidad disminuirá a medida que el niño madure física y emocionalmente, tendiendo a desaparecer antes de los cuatro años de edad.

¿Por qué se crea este hábito?

Entre los factores que dan origen a este hábito están el tiempo de alimentación materna, conflictos familiares, stress, irritación, ansiedad y otros. Sin embargo, la succión del dedo de forma prolongada puede tener impacto negativo en el desarrollo de la mordida del niño porque altera la forma de los huesos de la boca.

La frecuencia, intensidad y duración con la que el niño succiona el dedo, así como la posición del dedo durante la succión va a determinar la gravedad de los problemas dentales.

Puede ocurrir que se desplacen los dientes de arriba hacia adelante, que el paladar se estreche, que la mandíbula crezca mal o que el niño no pueda morder delante.

Además pueden verse alterada el habla, ya que se escapa el aire entre los dientes, limitando las posiciones de la lengua durante el habla y alterando la musculatura de la boca.

¿Qué debo hacer?

El diagnóstico del hábito en sí puede realizarla un ortodoncista a través de preguntas a los padres y al niño, además comprobando la presencia de una mala mordida, característica importante en pacientes que presentan este hábito.

Si el hábito cesa antes de los 2 años, la mordida vuelve a su oclusión normal.  Por lo tanto el tratamiento va dirigido a la ayuda de la familia para que el niño deje de chuparse el dedo.

El apoyo familiar junto a las instrucciones del ortodoncista son claves para eliminar este hábito.  

Es necesaria la motivación del paciente para que colabore.  Se puede motivar al niño mediante premios o usando fechas específicas para dejar de chuparse el dedo. En ocasiones y dependiendo de la gravedad podría ser útil la psicoterapia.

Educación bucal

Los dientes blancos ¡no existen!

Sí, el título parece un poco llamativo pero es la verdad y en este artículo queremos explicarte un poco en qué consiste el blanqueamiento dental y por qué decimos que los dientes blancos no existen.

¿Comenzamos? ¡Bien!

Empecemos hablando sobre el blanqueamiento dental:

El blanqueamiento dental es un procedimiento que le devuelve a los dientes el tono que vamos perdiendo con el tiempo.

El color de nuestros dientes viene dado por la genética, como el color de nuestros ojos, o el color de nuestra piel.

La dentina, que es la segunda capa del diente y tiene este color y la capa externa que se llama esmalte, lo transparenta.

El esmalte es una capa fuerte que le transfiere al diente brillo, resistencia y belleza.

Un diente sano por lo general tiene una dentina de un amarillo suave o intenso y un esmalte cuyo grosor y transparencia refleja diferentes tonalidades, matices entre los blancos azulados, amarillos difuminados, tonos marrones y grisáceos.

Los colores naturales de los dientes nos reflejan salud sin importar que estos no sean intensamente blancos, son piezas únicas que juegan un papel muy importante en nuestra salud general.

Con el tiempo nuestro color natural se va perdiendo, por los pigmentos que se van captando de los alimentos, condimentos, bebidas como el café, té, refrescos, el tabaco. Pigmentos que se van depositando en los micro poros del diente dando modificando su color externo.

Los blanqueamientos dentales son tratamientos que se hacen cuando después de hacer una limpieza dental por el dentista y los dientes están sanos, decidimos que queremos recobrar varios tonos, sin modificar la estructura del esmalte.

Los blanqueamientos son peróxidos que desplazan la molécula de la mancha, que se van depositando en los micro poros de la superficie de los dientes y si son hechos con materiales de calidad y con los tiempos y la técnica adecuada no perjudican la salud de los dientes.

Con esto quiero transmitir, que dientes blancos no existen, que los blanqueadores con los que contamos, son realmente aclaradores, que permiten en la odontología estética, recobrar la luminosidad de las sonrisas.

Educación bucal

Vitaminas, tus dientes y tus encías

Lo que comemos y bebemos afecta la salud de nuestros dientes, una boca saludable no basta con ir al dentista y cepillarme los dientes.

La alimentación juega un papel importante ya que nos aporta vitaminas, minerales necesarios para mantenerlos sanos y firmes.

Debemos comer alimentos crudos que nos aporten fibra para que de forma natural estimule la función masticatoria y ayuden a la limpieza de nuestro dientes , comer manzana, zanahoria, apio, pimientos y muchos otras frutas y verduras  que en ensaladas o entre comidas nos aportan mucho sustituyendo los snack ricos en carbohidratos.

Para el cuidado de las encías tenemos  la Vitamina C, juega un papel importante en la síntesis del colágeno y este a su vez es la base de huesos y tejidos. Su deficiencia impide que las heridas cicatricen, debilita los capilares sanguíneos y con el consiguiente sangrado de las encías, y aflojamiento de los dientes.

Aconsejo a mis pacientes aumentar la ingesta de vitamina C, ya que difícil tener una sobre dosis de esta vitamina,  porque es una vitamina hidrosoluble donde el cuerpo toma la cantidad según las necesidades individuales y luego el resto se elimina.

Tenemos alimentos muy ricos en vitamina C, como todos asociamos, tenemos los cítricos, pero hay muchos más y con gran calidad de aporte como el brócoli, que debemos tomar no tan cocido ya que la vitamina C es muy sensible al calor,  y se pierde en la cocción, el repollo muy útil en ensaladas, pimiento verde que podemos tomar crudo, verduras de hojas, tomates, fresas, frambuesas.

También hay fuentes pocos conocidas pero ya conocidas, como el fruto de Baobab, considerado un superalimento que destaca por su alto contenido de vitamina C, lo podemos conseguir en polvo y lo agregamos a nuestros batidos de frutas y vegetales.

El Camu camu, otro gran superalimento rico en vitamina C, que nos ayuda a fortalecer el sistema inmune y lo podemos tomar en nuestro batidos, postres y cremas.

No olvidemos lo sensible que es la vitamina C al calor así que si tenemos el buen hábito de tomar limón exprimido en agua, en ayunas o en otro momento del día, esta agua no debe ser muy caliente porque le restamos a este gran habito.

Navegación de entradas

¡Estamos Disponibles!