Consejos y cuidados

¿Por qué los dientes se ponen amarillos o se oscurecen? ¿Se podrían blanquear? ¿Cómo se logra?

Resumen: El cambio en el color de los dientes es una causa frecuente de consulta odontológica, debido a la importancia que esto representa en nuestra apariencia física. Existen elementos que definen el color dentario desde antes del nacimiento y posterior a él. Así mismo, hay factores intrínsecos y extrínsecos que influyen para oscurecerlos. Afortunadamente existen tratamientos específicos para revertir el daño.

Los dientes cumplen una función primordial en el proceso de la digestión, porque son el primer eslabón por el que pasa el alimento para ser triturado y así poder ser tragado como una masa más moldeable, convirtiéndose en el bolo alimenticio.

Sin embargo, no es la única función, pues los dientes juegan un papel fundamental en la apariencia física de los individuos, siendo entonces un elemento clave en la estética.

Por esta razón, la salud bucal siempre es tomada en cuenta en los concursos de belleza. El posicionamiento, el tamaño, el color y la integridad de las piezas dentales son los que dan el toque final a la imagen de nuestro rostro y de nuestra sonrisa.

El color de los dientes es sin duda una de las características más apreciadas y viene determinado por la información genética de cada individuo, existiendo grandes diferencias entre las distintas razas, por lo que no hay un solo patrón específico de normalidad en relación al color o tono.

Por lo general es inversamente proporcional al color de la piel, es decir, mientras más oscura es la piel, más blancos serán los dientes y viceversa.

Es decir, nacemos con una tonalidad específica, y a partir de allí por factores tanto intrínsecos como extrínsecos los dientes van poco a poco oscureciéndose o cambiando de color, siendo un motivo de consulta bastante frecuente…Pero, ¿Por qué sucede esto?  

Factores que intervienen en el color de los dientes

Existen factores que pueden intervenir para modificar la coloración de los dientes, incluso  desde antes del nacimiento y mucho más después de este.

El cambio de coloración dentario puede ocurrir por factores intrínsecos y extrínsecos.

Factores intrínsecos

En relación a los factores intrínsecos se clasifican en pre-eruptivos (durante su formación) y post-eruptivos (después de su brote al exterior).

Pre-eruptivos

Los pre-eruptivos se producen por una alteración durante la formación de la dentición, proceso denominado odontogénesis, dando origen a una anomalía o una displasia dentaria.

El cambio morfológico que producirá tal alteración puede ser muy variado, pudiendo afectar el número de piezas, la posición, la estructura interna, la forma, el tamaño, el color o una combinación de ellos.

Si ocurren alteraciones en el proceso de formación del esmalte (amelogénesis), como por ejemplo la hipocalcificación e hipomaduración se producirán dientes con anomalías visibles, siendo una de las más notorias la variación del color entre amarillos-naranja hasta marrón.

Existen un sin número de anomalías que son hereditarias, ya que se producen por una mutación genética. Estos cambios pueden tener un rasgo hereditario autosómico recesivo o dominante o puede estar ligado al sexo.

En ocasiones son no sindrómicas, es decir, son hechos aislados como en la amelogénesis imperfecta y en otras son sindrómicas, donde la anomalía está ligada a múltiples malformaciones orgánicas que acompañan a las dentarias.

Cabe destacar que la amelogénesis o dentinogénesis puede alterarse por factores ambientales, ejemplo si la madre embarazada es tratada con tetraciclinas. Se ha comprobado que este antibiótico produce malformación dentaria y por ello está contraindicado en embarazadas y en niños pequeños.

Post-eruptivos

En relación a los post-eruptivos se refiere a la aparición de manchas a nivel de las capas profundas del tejido dentario causado por fisuras que se producen a nivel del esmalte por traumatismos, presencia de caries, por envejecimiento, múltiples restauraciones con amalgama y exposición a medicamentos.

Esto permite que sustancias cromógenas del exterior puedan penetrar el diente hasta su interior.

También el padecimiento de ciertas enfermedades pueden modificar internamente el color de los diente, como la porfiria eritropoyética congénita.

En esta patología se observa eritrodoncia, es decir, acumulo de porfirinas a nivel dentario lo que proporciona un color café-rojizo.

Así mismo, en la ictericia grave de la infancia los dientes se tornan amarillos verdosos.  

Entre los medicamentos utilizados en edades adultas que podrían influir en el color amarillo de los dientes se encuentran los antidepresivos y antihistamínicos.

Factores extrínsecos

Si el proceso de formación de los dientes es normal, la tonalidad de nuestros dientes estará sujeta a nuestra raza, siendo los dientes temporales siempre más claros que los permanentes.

El color final observado es el resultado del tono de la dentina asociada a la transparencia y a la luz refractada en el esmalte, por ello puede haber diferencias de color entre un diente y otro en un mismo individuo.

Cualquier cambio  que se produzca en la superficie del esmalte, bien sea en su composición, dureza o espesor va a producir un cambio en la tonalidad del diente.

Como los dientes están formados por tejidos vivos, estos son sumamente permeables, por tal motivo algunas sustancias pueden penetrar la capa más superficial e ir cambiando la tonalidad de los mismos.

Entre los factores extrínsecos que afectan el color de los dientes se encuentran, la exposición permanente a alimentos que contienen sustancias cromógenas capaces de pigmentar el tejido dentario, aunado a la mala higiene dental y a defectos en la salivación.

Como ejemplos de alimentos se pueden mencionar ciertos vegetales como la remolacha, la zanahoria, el tomate o ciertas frutas como los arándanos. También las bebidas como el café, el té, las gaseosas y los vinos tintos o sustancias químicas como la nicotina y el alquitrán contenidos en los cigarrillos. 

Otras causas pueden ser debidas a la presencia de agentes microbianos que producen pigmentos cromógenos o la exposición excesiva al fluoruro, ácido fosfórico, furfurales, clorhexidina, etc.

¿En qué sitio se manchan los dientes?

Principalmente los pigmentos se adhieren en aquellos sitios donde las cerdas del cepillo dental no llegan o lo hacen con dificultad. También tienden a oscurecerse los dientes que han pasado por un tratamiento de endodoncia.

¿Los dientes se pueden blanquear?

La respuesta es sí. En este sentido, cada vez hay mayor interés en la población por la aplicación de tratamientos que blanqueen los dientes, debido al gran auge que existe hoy día por la estética y por la influencia que esta ejerce sobre el aumento de la autoestima.

Existen muchas técnicas y tratamientos para el blanqueamiento de los dientes. Desde el siglo pasado se viene experimentando una serie de sustancias para ser utilizadas para tal fin.

En este sentido, los avances han sido importantes, sin embargo, cabe destacar que el tratamiento debe ser especificado siempre por un especialista, pues no es tan sencillo como parece.

Los compuestos que se utilizan para blanquear los dientes deben cumplir parámetros específicos para satisfacer el efecto deseado y debido a lo delicado que resulta solo debe ser manejado por especialistas.

Si la sustancia blanqueadora no se encuentra a la concentración indicada y el tiempo de exposición no es controlado, el efecto podría ser devastador.

Por este motivo hay que desconfiar de los tratamientos propuestos por entes no autorizados para tal fin.

El blanqueamiento resulta más fácil cuando se trata de manchas superficiales, mientras que el tratamiento es más cuesta arriba cuando el oscurecimiento es interno, sin embargo se han logrado resultados muy alentadores con las técnicas de hoy día. 

¿Qué contienen y qué función cumplen los agentes de aclaramiento?

La mayoría de ellos contienen peróxido de carbamida o compuestos de peróxido de hidrógeno como sustancias activas que se utilizan con calor o con exposición a la luz, siendo esta última la más aconsejable. La concentración puede variar desde 3 al 40%. 

Estos a su vez son mezclados con compuestos inactivos como agentes espesantes, tensoactivos, conservantes, saborizantes y excipientes.

Cada uno cumple una función. Los compuestos activos actúan como agente oxidante, liberando radicales libres que actúan para disolver el pigmento.

Entre tanto, los inactivos ejercen diversas funciones. El agente espesante garantiza una mayor retención para una acción más prolongada del producto, aumentando la capacidad de oxidación de las sustancias pigmentarias.

Los agente tensoactivo o surfactante actúan como dispersadores del pigmento. Estos ayudan a que el producto activo se difunda mejor en el esmalte.

Los conservantes por su parte actúan previniendo el crecimiento bacteriano en el producto y a su vez acelera la desintegración del peróxido de hidrógeno.

Los saborizantes se utilizan para que el uso del producto sea agradable al paladar del paciente, dando un toque refrescante al aliento. Los más usados son la menta, y el anís.

Finalmente, los excipientes se usan para solubilizar todos los ingredientes. En ocasiones se incluye fosfato de calcio amorfo, para aumentar el brillo dental y disminuir la sensibilidad y la desmineralización del esmalte ocurridos durante el proceso.

Tratamientos

Los odontólogos utilizan una escala de colores que varían en tono e intensidad, que les sirve de referencia o guía durante los tratamientos y de esta manera saben desde que punto partieron y a donde quieren o pueden llegar.

El odontólogo debe evaluar a cada paciente exhaustivamente y él determinará si es posible comenzar la terapia de blanqueamiento o si antes se deben corregir otras irregularidades, como presencia de caries o placa dental.

Tipos de tratamiento

Dentro de la consulta odontológica

El primero es el realizado durante la consulta odontológica, en el cual el especialista tiene todo el control del proceso. Los resultados suelen ser muy alentadores y seguros.

Hoy día se cuentan con diversas metodologías, desde tratamientos que se aplican externamente sobre los dientes (blanqueamiento vital) o los aplicados internamente en la cámara pulpar (blanqueamiento no vital).

Algunos métodos simplemente buscan camuflar el manchado, por ejemplo con el uso de carillas de porcelana o coronas, especialmente cuando no es posible eliminar la mancha.

Entre las técnicas más recientes e innovadoras se pueden mencionar el blanqueamiento con ultrasonido, láser y foto-activación. Sin embargo, el odontólogo dirá cuál es el más recomendable en cada caso.

Tratamientos ambulatorios

En segunda opción, se encuentran los  tratamientos ambulatorios prescritos por el odontólogo. El paciente desde la comodidad de su hogar dará estricto cumpliendo  a las especificaciones dadas.

Esto último será primordial para que el paciente obtenga el efecto deseado y a su vez evite los efectos secundarios que puede producir el tratamiento, pues si este no es usado adecuadamente, puede ocurrir un aumento en la sensibilidad dental, náuseas, irritación gingival y de la garganta. 

Tratamiento casero

En tercer lugar se encuentra el aclaramiento casero, utilizando productos OTC (Over-The-Counter) de venta libre al público que se utilizan sin la supervisión de un especialista.

Vienen en diferentes presentaciones para ser utilizados directamente por el paciente 2 veces al día, por dos semanas aproximadamente.

Sin embargo, a pesar que la concentración del agente blanqueador activo es bajo, su inocuidad es cuestionable y hay que considerar que muchos de ellos no han sido aprobados por la FDA (Administración de Drogas y Alimentos de los EUA).

Tenga presente que la información contenida en este artículo bajo ningún concepto sustituye una consulta médica.

Si después de leer el artículo te ha quedado alguna duda, no olvides que puedes consultar a nuestros especialistas. Ellos estarán complacidos en ayudarte y a resolver el problema odontológico a la brevedad posible.

Descubre otras recomendaciones para el cuidado de tus dientes aquí

Referencias

  1. Moradas  M, Álvarez B. Manchas dentales extrínsecas y sus posibles relaciones con los materiales blanqueantes. Avances en Odontoestomatología. 2018; 34, (2): 59-71. Disponible en: scielo
  2. Solís E. Aclaramiento dental: revisión de la literatura y presentación de un caso clínico. Revista ADM, 2018; 75 (1): 9-25. Disponible en: medigraphic.com
  3. Rodríguez-Chávez S, Munayco-Pantoja E, Ruiz-Yasuda C, Torres-Ramos G, Blanco-Victorio D, Chein-Villacampa S. Tratamiento conservador de un adolescente con amelogénesis imperfecta. Rev. Clin. Periodoncia Implantol. Rehabil. Oral; 2019; 12 (3): 127-130. Disponible en: scielo.
  4. Schmeling M. Selección de color y reproducción en Odontología. Parte 3: Escogencia del color de forma visual e instrumental.-ODOVTOS-Int. J. Dental Sc., 2017; 19 (1): 23-32. Disponible en: scielo.
  5. Martín-González J, Sánchez-Domínguez B, Tarilonte-Delgado M, Castellanos-Cosano L, Llamas-Carreras J, López-Frías F, et al. Anomalías y displasias dentarias de origen genético-hereditario. Av Odontoestomatol 2012;  28 (6): 287-301. Disponible en: scielo
Consejos y cuidados

¿Cómo debes cuidar tu boca en momentos de COVID-19?

Sumario: Cuando hablamos de cuidar nuestra salud, hablamos de tomar como norma un conjunto de medidas para protegernos y fortalecernos, sobre todo en momentos tan críticos como los que vivimos actualmente con el COVID-19.

Sabemos, por toda la información que nos llega, la importancia que tiene el aseo personal, la limpieza de nuestro entorno y tenemos mucha información sobre las medidas preventivas para evitar contagios. La higiene bucal debe ser más exhaustiva en estos momentos, ya que nuestra boca es uno de los medios más importante de propagación de virus.

Cuando nos cepillamos, en las cerdas del cepillo quedan restos de comida y de los microorganismos que hemos arrastrado en el cepillado. Es importante lavar bien nuestro cepillo dental y dejarlo en un lugar limpio y seco en posición vertical.

¿Cómo proteger tu cepillo de dientes?

Normalmente se observa en los cuartos de baño, un vaso «cepillero» donde varios miembros de la familia dejan sus cepillos, esto es desaconsejable, porque es imposible el contacto de los cepillos y favorece la contaminación por contacto con microorganismos de la boca y si además hemos tocado el mango con las manos sin lavar, aquí llegan bacterias intestinales y en el fondo de estos vasos se acumula una película de suciedad.

Otra forma de llegada de bacterias intestinales a los cepillos expuestos en el baño, es por los vapores cuando tiramos la cadena de la taza del baño sin taparla. Hay que tener en cuenta que la acción de vaciar el sanitario genera aerosoles con microorganismos fecales que pueden contaminar los cepillos. Hay estudios que postulan, que la distancia promedio de los cepillos dentales al sanitario es de 108 cm, mientras que la salpicadura máxima alcanzada, puede ser de 145 cm, lo que permite concluir, que los cepillos dentales se contaminan.

Los cepillos dentales están fabricados básicamente por plásticos y sus cerdas están muy unidas existiendo así, muchas zonas retentivas donde se acumula bichos.

¿Cuánto tiempo es útil un cepillo de dientes?

El tiempo de uso del cepillo de dientes constituye un factor importante en deterioro y contaminación de estos, por tal razón se recomienda cambiarlos regularmente cuando observamos que sus cerdas van perdiendo firmeza y tienen un aspecto antihigiénico, se habla de cada 3 meses, pero el tiempo se debe valorar según el uso y el manteniendo que le hagamos a nuestro cepillo, por el importante problema ambiental, ya que son residuos de plásticos los que generamos al desecharlos, plásticos duros de difícil biodegradación.

Hay cepillos actualmente hechos de materiales más biodegradables, habrá que ir probando y ver su efectividad. Si pudiéramos ver los microorganismos que hay en la boca y darles un color azul para destacarlos veríamos como están en mayor proporción en las encías y en gran abundancia en nuestra lengua, esta sería completamente azul.

¿Tu lengua está limpia? ¿Puedes decirlo con seguridad?

Nos preocupamos mucho por lavar los dientes, es lo blanco y bonito de nuestra boca, pero a la hora de prevenir enfermedades, de eliminar posibles virus que entran a esta y bajar el porcentaje de microorganismo patógenos, es importantísimo limpiar muy bien la lengua.

La lengua tiene una superficie irregular donde se acumulan muchos microorganismos y esto también favorece a la halitosis o mal aliento.

Una forma de ver si nuestra lengua está sucia es sacarla, si es de color rosado está limpia, pero si tiene una capa blanquecina y amarillenta es porque está sucia. La lengua se limpia con el mismo cepillo con el que nos lavamos los dientes, pero también podemos utilizar limpiadores o rascadores linguales que conseguimos en farmacias, específicos para esto.

Enjuagues bucales: ¿amigos o enemigos?

En cuanto a los enjuagues bucales debemos considerar que la mayoría de los enjuagues eliminan de forma indiscriminada los microorganismos de la boca acabando la protección natural. Por tal razón no aconsejo el uso de enjuagues abrasivos porque la boca como ecosistema necesita mantener las bacterias que son beneficiosas para equilibrar su salud, son bacterias que están en la boca e intervienen en la salud general.

Las sustancias químicas de los enjuagues no discriminan y dejan a nuestra boca sin protección. En prevención y tratamiento del COVID-19, se podría aconsejar enjuagues con agua oxigenada muy diluido para bajar la carga viral, sin abusar de ellos.

Los enjuagues que contienen alcohol no los veo efectivo por que se necesitaría un porcentaje del 65 a 70% de alcohol contra el virus y el máximo que tiene los enjuagues es del 28,4 %.

13 Razones… (O consejos)

  1. Debes dar mucha más importancia de lavar la boca, para salud general y más en tiempos de pandemias como el COVID-19.
  2. Mantener muy controlado nuestro cepillo, no dejarlo en contacto con otros cepillos, guardarlo seco y limpio en un mueble cerrado.
  3. Lavarnos muy bien las manos siempre, y antes de coger nuestro cepillo, más si hemos hecho otras necesidades.
  4. Lavar en estos días (de pandemia de COVID-19) tu cepillo dental muy bien a diario y una vez por semana con una solución muy diluida de agua y lejía al 0,5 %; lo que equivale a una parte de lejía por 100 de agua.
  5. Se deja el cepillo en esta solución unos 30 minutos una vez pasado este tiempo, se aclara muy bien con abundante agua y dejarlo que se seque para su nuevo uso.
  6. No compartir el cepillo dental.
  7. No dejar el cepillo húmedo con capuchones de protección individual con el fin de protegerlos de la contaminación ambiental del cuarto de baño o de otros cepillos, porque la humedad más los restos atrapados proliferan más fácilmente microorganismos.
  8. Los capuchones son útiles para el traslado del cepillo y en viajes, y los cepillos se deben guardar aquí limpios y secos.
  9. Cuidar y mantener tu cepillo de diente en buenas condiciones para una limpieza dental efectiva, cambiándolo regularmente.
  10. Debemos buscar alternativas a cepillos hechos con materiales más biodegradables siempre valorando que las cerdas con las que estén fabricados tengan una firmeza media, para que realicen un cepillado eficaz.
  11. Limpiar la lengua con eficacia porque es el lugar de la boca por donde entra todo y se deposita inicialmente el COVID-19.
  12. Nuestra boca es un ecosistema donde conviven bacterias comensales beneficiosas con bacterias patógenas, en equilibrio, y este equilibrio se rompe por malos hábitos. El uso indiscriminado de enjuagues bucales altera este equilibrio dejando nuestra boca sin protección.
  13. Limpiar la lengua es la forma más efectiva de disminuir el porcentaje de bacterias nocivas que se acumulan en la boca y evitar el mal aliento bucal o halitosis.
Consejos y cuidados Educación bucal

«¿Qué cepillo dental me recomienda?»

El cepillo de dientes es el instrumento más eficiente para eliminar la placa bacteriana. Incluso nuestros antepasados tenían la necesidad de remover los residuos de comida y evitar que se dañaran sus dientes (y sabemos que usaban formas ingeniosas para lograrlo).

Nuestro objetivo con el cepillado es remover la placa bacteriana que hace parte de nuestra boca desde el mismo momento de nuestro nacimiento.

Cuando somos lactantes, por nuestra misma alimentación y la falta de dientes no se evidencia su presencia en boca, pero con los cambios en la alimentación y presencia de los dientes, es la placa bacteriana la principal causa de caries dental, porque lo que inicialmente es una película adherida  formada a partir de las proteínas contenidas de la saliva y microorganismos, se le suma los carbohidratos y los azucares de la alimentación donde el tiempo es otro factor detonador de la caries, ya que su acción dañina va en función a lo que permanezca está en el diente y  se generen ácidos producto de los microorganismo cuya acción  daña y debilita el esmalte dental dando origen a la caries dental.

Como se señala, la placa bacteriana parte de una placa adherida, donde muchas zonas de la boca favorecen a que permanezca y haga daño.

El cepillo dental y el espacio en nuestros dientes

Contamos con muchos espacios entre los dientes, ángulos complejos por la mala colocación de los dientes, zonas muy posteriores donde los tejidos blandos y el hueso hacen de tope, y no llega el cepillo dental, así que, con pasar el cepillo por unas áreas, usar buenas cremas dentales y enjuagues antisépticos, no es suficiente.

Hay zonas, por estadística y experiencia profesional, donde se nota que es más común la caries dental, y la causa principal es la difícil eliminación diaria de la placa bacteriana en estas zonas:

  • Espacios interdentales
  • Surcos de molares
  • La zona retro molar
  • Caras externas de los molares

Podemos decir que cada boca tiene sus puntos de complejidad y es importante conocer, con la guía de tu dentista, cuál es tu zona más propensa donde tienes que centrar tu cepillado y hacer que llegue tu cepillo para desprender la placa bacteriana, incluso saber colocar tu cepillo en una inclinación correcta para llegar a esos sitios escondidos donde se deposita.

Pregunta a tu dentista cuál es la zona donde tienes que centrar tu cepillado de acuerdo a la forma de tus dientes.

Parece complejo, pero hay que dedicar tiempo al cepillado, hablamos de cepillarse los dientes tres veces al día y uno de estos cepillados diarios hay que dedicarle más tiempo, es un ritual, donde debemos aprender a conocer nuestra boca, concentrarnos en ciertas áreas y complementar la retirada de la placa bacteriana con el hilo dental, interdentales e irrigadores dentales.

Esta función de remoción de la placa bacteriana es efectiva tanto con un cepillo dental manual o con cepillo dental eléctrico.

Nos hemos encontrado con…

Hay pacientes con una excelente higiene bucal y siempre han usado cepillo dental manual, como hay pacientes que usando el cepillo dental eléctrico siguen con altos índice de placa bacteriana y caries, otros con el cambio de cepillo dental manual al eléctrico mejoran muchísimo su cepillado y la eliminación de placa bacteriana.

Se aconseja el uso de cepillo eléctrico cuando, usando cepillo dental manual, observamos que la técnica manual no funciona, no se le dedica el tiempo necesario al cepillado y hay factores morfológicos que no favorecen una buena limpieza oral.

El cepillo eléctrico, manual y… ¡Sónico!

El cepillo dental eléctrico es el indicado en muchos casos, porque al estar en contacto con una superficie dental varias veces, por el número de movimientos que realiza en un minuto, quita fácilmente la placa adherida en menos tiempo y así recorremos con el cepillo todos los dientes, pero igual que el manual, si no llegamos a los lugares difíciles, la placa no se quita.

Si usas un cepillo manual

Si usamos un cepillo manual, debemos escoger cepillos de cabezal anatómico, que nos permita llegar a todas las zonas de los dientes, de punta estrecha y con filamentos de textura media.

Los cepillos dentales de textura suave, deben ser indicados por el dentista en casos especiales, casi siempre después de tratamientos quirúrgicos.

Los cepillos dentales de textura dura nos los recomiendo en ningún caso.

Si usas un cepillo eléctrico

Entre los cepillos eléctricos encontramos los de cabezal redondo, son rotatorios oscilantes, porque rotan para remover la placa bacteriana en diferentes sentidos alcanzando 5000 a 8000 movimientos por minutos y los cepillos dentales eléctrico sónicos, donde hay movimientos laterales de las cerdas del cepillo alcanzando 62.000 movimientos por minutos los de alta gama.

Pero también encontramos cepillos eléctricos de cabezal redondo de movimientos rotatorios-oscilante que realiza pulsaciones hacia delante y hacia atrás empujando la pasta para que llegue a la encía y hacer así una función parecida a la sónica, son los llamados 3D.

El cepillo eléctrico sónico tiene como punto añadido su acción hidrodinámica, producida por la altísima velocidad en la que se mueven las cerdas que generan ondas acústicas que prácticamente baten la crema dental con burbujas que penetran entre los dientes.

Los estudios científicos sobre ambos cepillos no dan grandes diferencias, ambos eliminan muy bien la placa bacteriana ya que con los grandes movimientos que generan ambas tecnologías es más que suficiente para eliminar la placa bacteriana, si hacemos el recorrido correcto en nuestro cepillado.

Si soy un paciente con muchas restauraciones, y problemas en las encías, me inclinaría por el cepillo eléctrico redondo 3D

Si soy un paciente con un estado periodontal sano, sin muchas restauraciones y una boca bastante cuidada me inclinaría por el cepillo eléctrico sónico, para ser más concreta en mi recomendación, pero sigo convencida que la técnica manual funciona.

Debemos escoger nuestro cepillo según nuestras necesidades, hábitos y tiempo.

Todos los cepillos requieren una concentración en el cepillado, conocer nuestra boca y saber que debemos luchar día a día contra la placa bacteriana.

Consejos y cuidados

Consejos naturales para el cuidado de tus dientes

Se habla mucho de aceite de coco para el cuidado de dientes por su acción antibacteriana pero lo que si recomiendo por el resultado que le aporta a mi cepillado diario, es hacer una pasta de aceite de coco con bicarbonato y con esta hacer un cepillado, ya sea el habitual o como complemento al que ya hemos realizado.

Es increíble como los dientes quedan súper limpios y la superficies muy lisas, el aceite de coco humecta las encías y atrapa microorganismos por su densidad y el bicarbonato aporta mucho, como agente de limpieza y su acción alcalina

No olvidemos que los microorganismos que forman la placa dental y la caries dental proliferan y hacen daño en un medio acido, y esta fórmula para el cepillado se me hace muy efectiva.

La consistencia de la crema ahora en invierno es ideal ya que el aceite de coco se mantiene sólido, con el aumento de la temperatura debemos mantenerlo refrigerado o si está muy diluido el aceite de coco, humedecer el cepillo dental con el aceite y agregar el bicarbonato por encima del cepillo.

Esta fórmula también la veo beneficiosa para los pacientes con encías retraídas o retracción gingival, ya que la suavidad del aceite nos permite cepillarnos sin hacernos daño y la placa se elimina más fácilmente. No olvidemos que una de las causas de la retracción de las encías es el daño que nos hacemos con el cepillo dental, para evitar la retracción de las encías, el cepillo debe de ser de una firmeza media, los movimientos del cepillado debe ser en forma de barrido, y  no empujar más la encía hacia la dirección que se está retrayendo. Prueba esta alternativa de crema dental y me gustaría saber tus comentarios. Sí necesitas ayuda profesional, puedes visitarnos en nuestra clínica dental en Madrid y te ayudaremos con tus dudas.

Navegación de entradas

¡Estamos Disponibles!