Consejos y cuidados Educación bucal

Una encía retraída, también llamada recesión gingival, puede acarrear problemas en sus fases más avanzadas. El debilitamiento de los tejidos blandos alrededor de la encía provoca que cada vez disminuya más la cantidad de tejido, dejando más expuesto el diente.

Incluso en sus fases iniciales, una encía retraída, puede generar una mayor sensibilidad dental, sangrado e inflamación de encías y, por supuesto, una sonrisa poco estética. Descubre en este post todo lo que debes saber sobre las encías retraídas y como puede solucionarlo.

Causas de las encías retraídas

Las encías retraídas dejan al descubierto la raíz del diente, por lo que este quedará más expuesto a las bacterias e infecciones y estará más predispuesto a la formación de caries. Tampoco podemos olvidarnos de la parte estética, ya que en muchos casos, es la razón por la que nos alarmamos ante la retracción de encías. ¿Cuáles son las causas más comunes de esta afección?

  • Periodontitis. Esta enfermedad cursa con inflamación de las encías, las cuales, en vez de color rosa pálido, son rojas. También se produce dolor, sangrado y pus entre los dientes. Todo ello contribuye a la pérdida de tejido blando y a que los dientes se aflojen, al quedar mayor espacio entre ellos. En este caso necesitarías un tratamiento de periodoncia.

  • Traumatismos. Un golpe en una encía puede acabar dejando a la vista parte de la raíz de los dientes y, por tanto, producir retracción.

  • Mala higiene bucal. Tanto una higiene deficiente (no lavarse los dientes entre dos y tres veces al día; pasarse el hilo dental, etc.) como un cepillado demasiado agresivo va erosionando la encía causando esa dolora retracción de encías.

  • Malos hábitos de vida. El tabaco acelera la aparición de problemas en las encías.

  • Enfermedades. La diabetes o algunas afecciones inflamatorias son causa de la retracción de encías.

Encías retraídas: soluciones para acabar con el problema

La mejor solución ante un potencial problema de encías retraídas es una buena prevención, ya que el tejido que se ha destruido no se vuelve a generar.

Las mejores soluciones para encías retraídas son acudir a las revisiones con el dentista; realizarse una limpieza profesional, y cuidar los hábitos de higiene diarios para una buena salud bucal.

Sin embargo, si la retracción ya ha avanzado, se pueden aplicar una serie de tratamientos para frenar su avance:

  1. Cambiar las técnicas e instrumentos de higiene. Es necesario un cepillo dental con cerdas suaves y no frotar con fuerza. Esta solución es efectiva si la causa de las encías retraídas es la mala higiene.

  2. Injerto de encías. En los casos en los que el problema esté avanzado, será necesaria una cirugía llamada «microcirugía plástica mucogingival», por la cual se lleva un trozo de encía de otra parte de la boca, por ejemplo del paladar, al lugar donde haga falta. Se trata de una intervención sencilla que se realiza con anestesia en la encía a tratar.

En definitiva, la salud bucodental es muy importante y debemos cuidarla, si no queremos padecer problemas más graves como la encía retraída. Todo empieza por una adecuada rutina de higiene en casa, y acaba por la visita obligada al odontólogo, quien valorará el estado de nuestra boca y determinará si tenemos la encía retraída o cualquier otro problema bucal, en cuyo caso se tendrá que valorar el tipo de tratamiento dental a seguir. Si necesitas que valoremos tu caso, ven a vernos o llámanos. ¡Estaremos encantados de atenderte!

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